ALQUILERES: PROPONER Y ESCUCHAR

Si bien es importante reconocer una equivocación, porque ello habilita a su corrección; también lo es, tener en claro la naturaleza del error. Qué fue lo que se subestimó, qué, lo que no se tuvo en cuenta y así corregirlo. De lo contrario, es probable que se brinde una solución a medias (parche), o más aún, “que el remedio sea peor que la enfermedad”.

El actual Ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Farraresi, en oportunidad de celebrarse el martes 5 de este mes la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción (COMARCO), al referirse a la denominada “Nueva Ley de Alquileres” y su falta de resultado para lo que fue creada, volvió a mencionar su particular mirada al respecto, citando que “No hay manera de generar leyes nacionales. Tienen que haber leyes locales y generar articulación entre los distintos actores”; interpretando su decir, en vez de una ley de carácter nacional, la solución pasaría por adaptar la misma a las distintas realidades de cada provincia que componen nuestro mapa. Resultado propuesto: Varias leyes provinciales que traten la misma problemática en cuanto a los alquileres. Puede que sea la solución como también que, en lugar de una sola ley de performance errática, sean tantas como provincias. 

Cuando la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados de la Nación, todavía en pleno tratamiento de la redacción de términos y condiciones que debería tener esta Ley, llamó a los Colegios Profesionales Inmobiliarios, tanto de la Provincia de Buenos Aires como de CABA, para exponer y escuchar, esta última característica –la de escuchar- en algún momento se diluyó. Es que dichos Colegios fueron sumamente claros y contundentes a la hora de brindar su opinión. Claros, porque proyectaron con precisión de relojería lo que sucedería en el mercado inmobiliario, en cuanto a la suba de valores y escasez de ofertas disponibles. Contundentes, porque demostraron con números que, con el sistema de entonces, los ajustes totalizaban un índice por debajo de la inflación anual y que además dada su modalidad de aplicación (por períodos menores que el anual), “era pagable” por el inquilino.  

Es difícil de comprender que habiendo convocado a los profesionales del sector, no se haya tenido en cuenta su conocimiento merced a la experiencia de tantos años.

Más allá de la mirada profesional, basados en el criterio que brinda la experiencia propia de los hechos, no hay fórmulas mágicas, sencillamente es sacar conclusiones de experiencias similares adoptadas en el pasado, que tampoco dieron el resultado esperado.

Es de destacar que tendiente a corregir determinados desaciertos de la actual legislación en la materia. Dichos Colegios han elaborado una alternativa que además contempla una política de fomento para la construcción de viviendas que se vuelquen al mercado locativo. 

Sería sumamente auspicioso que esta vez sea el señor Ministro quien convoque a las autoridades que representan al sector inmobiliario; mejor aún que se trabaje en conjunto en busca de una solución equitativa y como tal duradera.